Dedicarse un día a estar en presencia de uno mismo, un día para experimentar la profundidad de la práctica en el silencio y la contemplación es algo tan poco común en la vida de casi todos que la oportunidad de poder hacerlo se vuelve única e irrepetible.

Es una rara oportunidad, no porque algo extraordinario deba pasar durante el día sino porque la experiencia de todos los días vivida descansando en el simple hecho de estar puede despertar una potencia transformadora.

Guiados por Gonzalo Brito y María Noel Anchorena, los participantes podrán explorar diferentes maneras de acercarse y descansar en la presencia, a través de meditaciones guiadas, charlas que invitarán a la reflexión, movimientos conscientes y prácticas relacionales como medios para cultivar un estado de presencia en el que no hay nada para hacer ni a dónde ir.

Al generar las condiciones para habitar el espacio amplio de la presencia, nuevas formas menos reactivas de relacionarse con la propia experiencia aparecen y en ese terreno fértil podemos cultivar la amabilidad, la compasión y la conexión con la experiencia tal cual es. Una presencia atravesada por todas esas cualidades es potencialmente transformadora cuando podemos ofrecerla a otros. Al sembrar estas cualidades en la propia mente emerge naturalmente un espacio compartido de común humanidad, de comprensión profunda, clara y ecuánime, de aceptación y amor por uno y por los demás.

A quienes está dirigido

Personas que tengan una práctica regular de Mindfulness. Esto NO es un taller introductorio. Para esto visite los talleres de introducción y de manejo de la ansiedad