El cultivo de los cuatro estados inconmensurables de la mente – el amor, la compasión , la alegría empática, y la ecuanimidad – puede tener un impacto significativo en nuestra vida diaria. Las tradiciones contemplativas ponen énfasis en la libertad y en la responsabilidad que tenemos los seres humanos de cuestionar los constructos y de cultivar la felicidad en nosotros mismos y en los demás.