Se avanza día a día en un diálogo cada vez mas profundo entre Mindfulness y Psicoterapia, focalizando en como un mayor nivel de conciencia a partir de la práctica de Mindfulness puede integrarse en la práctica clínica. Esta nueva integración incluye a psicólogos, psiquiatras y otros profesionales de la salud como investigadores y educadores que están interesados en las ciencias del comportamiento y buscan sentirse más integrados en su vida personal y profesional.
El campo de la psicología actual se está desplazando desde el foco en el tratamiento y la patología a la comprensión de las necesidades de apego, los efectos de la conexión con otro ser humano en el desarrollo de la mente y el cerebro y otras vías de la curación emocional. Las investigaciones actuales apuntan a comprender como la mente, el cerebro y el cuerpo trabajan en forma conjunta de manera que favorecen el crecimiento y la sanación.
Los cambios que se están produciendo en la psicología occidental permiten la integración de Mindfulness en la psicoterapia, en el cultivo de la relación terapéutica y en el profesional mismo. Particularmente las teorías cognitivas conforman un terreno fértil sobre el cual la práctica de Mindfulness ofrece grandes posibilidades terapéuticas y prometedores avances. Esta práctica se incluye en las llamadas terapias cognitivas de tercera generación.
El entrenamiento en Mindfulness ha demostrado ser una práctica efectiva y poderosa, basada en la evidencia científica, para mejorar la salud mental.
Está empíricamente validada como una intervención efectiva en una amplia variedad de cuadros clínicos como el dolor crónico, los trastornos de ansiedad, la depresión, el trastorno por estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo, el abuso de sustancias y el trastorno limite de la personalidad, entre otros.