Hace unos años atrás leí un libro de Susan Moon llamado “The Life and Letters of Tofu Roshi”, una parodia inteligente e inmensamente graciosa acerca de la vida espiritual. Tofu Roshi es un supuesto maestro de la tradición Zen fundador del No Way Zen Center. El libro ofrece algunas introducciones a temas que típicamente encontramos en compendios de charlas y ensayos de grandes maestros. Susan Moon (la autora real del libro) dice ser discípula y asistente de Tofu Roshi y comenta las enseñanzas que alguna vez obtuvo de su maestro, así como su vida en el No Way hasta su disolución. Cada capítulo ofrece, luego de la introducción acerca de la enseñanza dejadas por Tofu, un compendio de las preguntas que le enviaran distintas personas y las respuestas del gran maestro. En el prólogo Gahan Wilson nos advierte:
“Muchos maestros, en su orgullo, vanidosamente afirman que no saben nada, pero es solo Tofu Roshi quien ha tenido éxito en lograr total ignorancia”.
Les recomiendo muchisimo el libro, aunque lamentablemente no está disponible en español lo pueden conseguir aquí. Aquí van un par de preguntas y respuestas del querido maestro.
Querido Tofu Roshi:
Cuando medito me distraen mucho las sensaciones físicas desagradables y me paso todo el tiempo batallando con las sensaciones de hambre, somnoliencia o dolor. Por favor, ayudeme a recobrar el foco.
– Bill
Querido Bill:
Déjate ser uno con lo que sea que pase en tu cuerpo. Aprende a notar los detalles precisos de tus sensaciones. Un buen momento para practicar esto es cuando comes. ¿Cómo cambia la sensación del brócoli en tu boca cuando masticas? Vuelvete la cálida suavidad verde mientras fluye por las encias y la lengua.
No hagas suposiciones acerca de como te sientes. No saltes a conclusiones. No etiquetes tus sensaciones como buenas o malas. Espera y observa. No te digas a ti mismo “Tengo hambre, tengo dolor, un escorpión me está picando el pie izquierdo…”. Solo vuélvete uno con las sensaciones sin transformarlos en ideas: “calor, hormigueo, laceración, quemazón, tumefacción en los dedos…”. Y recuerda, cualquiera sea tu experiencia, es puramente neurológica. Las sensaciones en si mismas ocurren en realidad arriba de tu cuello, entre tus orejas, abajo de la pelada o la peluda coronilla. Quizá, más allá de los confines de tu cráneo, ¡nada esté pasando en realidad!.
Querido Tofu Roshi,
Al meditar tiendo a exhalar más completamente de lo que inhalo, y en consecuencia, al final de la meditación me siento bastante desinflada. ¿Qué me aconseja hacer?
– Prudence Birdwhistle
Querida Prudence,
la técnica apropiada de respiración es ampliamente incomprendida. No estás sola con tus problemas. A partir de tu carta parece que estás cometiendo un error común: exhalando más veces que inhalando. Es por esto que recomendamos contar las respiraciones. Solo al contar podrás estar completamente segura de que estás inhalando la misma cantidad de veces que exhalando. Uno de mis estudiantes usa un contador de golf para lograr esto. Con su mano izquierda enumera las inhalaciones, mientras que con su mano derecha enumera las exhalaciones. Al final del período, se asegura que el número en cada contador sea el mismo. Si hay una discrepancia, se toma unos momentos para emparejar la cosa, adicionando la correspondiente cantidad de inhalaciones o exhalaciones. Pero es mejor alternar cuando sea posible. Inhalar una vez, luego exhalar una vez y volver al inicio del ciclo y repetir. Este es un principio básico del Zen.
