El estrés es una reacción funcional y necesaria para la supervivencia, pero a veces se puede convertir en el principal generador de dificultad en nuestras vidas. Cuando estamos estresados el cuerpo no funciona bien, la mente no funciona bien y nos enfermarnos y sentimos un impacto a veces intensamente negativo en la calidad de vida. La vida se pone difícil y entonces la pasamos mal. Comenzamos a abrigar la idea de que si las condiciones internas cambian, todo va a estar bien. Pero lo que no contemplamos es que hay mucho que se puede hacer aquí y ahora para regular el estrés. Incluso cuando los recursos parecen agotados, hay herramientas que podemos utilizar para generar bienestar cuando las cosas no están bien. La práctica de Mindfulness es una de esas herramientas.
Mindfulness es una práctica empíricamente respaldada que nos permite conectar con el momento presente, parando y reconociendo lo que está sucediendo. A partir de abrirnos a la experiencia de lo que ya está sucediendo podemos ejercer nuestra capacidad de responder de manera consciente a las demandas y paulatinamente dejar de funcionar en piloto automático comenzar a manejar de las situaciones estresantes de manera más efectiva, generando respuestas creativas y viviendo así una vida más plena, que no implica de forma alguna que todo esté bien o controlado. Se trata de vivir la vida tal y como llega, encontrando una forma de relacionarnos de manera diferente, menos reactiva y más conectada.
De una manera didáctica y aplicada a la vida cotidiana, en este taller aprenderemos, cómo la práctica de mindfulness puede ayudarnos a reducir el estrés activando capacidades innatas de autorregulación presentes en todos nosotros.