¿Qué es exactamente el estrés? ¿Cómo nos afecta? ¿Cómo podemos manejarlo? Todos conocemos, por experiencia propia qué es el estrés: estar bajo presión en el trabajo, responder a una serie de demandas excesivas, superposición de tareas, hacer frente a las crisis internas y externas que amenazan al sistema, vivir con incertidumbre, dificultades en la comunicación,  presiones y exigencias impuestas y auto-impuestas. Todo esto y mucho más puede asociarse a la experiencia de estrés en una persona dentro del ámbito laboral.

El estrés es una reacción innata del organismo frente a una situación de desequilibrio entre las demandas y los recursos con los que cuenta una persona para hacer frente a dichas demandas. Esta es una reacción de supervivencia que permitió y permite a la especie sobrevivir y adaptarse al medio en el que vivimos, muchas veces hostil. Cuando la percepción de los recursos se ve superada por las demandas se activa automáticamente la reacción de estrés, que es ni más ni menos una hiperactivación psicofisiológica del organismo para poder hacer frente a la situación. La Agencia Europea para la Seguridad y Salud Laboral en una encuesta realizada en varios paises de la Unión Europea indica que un tercio de los trabajadores afirma que ejerce poco o ningún control sobre su trabajo.

El estrés ya afecta al 28% de los trabajadores europeos

Si esta reacción es puntual y específica, suele ser útil en el manejo de la demanda, y permite la adaptación. Pero cuando esta reacción se vuelve crónica, se genera desequilibrio y malestar a nivel físico, mental y emocional, con altísimos costos para el bienestar general y la calidad de vida de la persona, además de afectar el rendimiento y la regulación en las relaciones interpersonales. Si el estrés se matiene se perpetua el estado de alerta y la reacción de estrés se retroalimenta, es decir el estrés crónico genera más estrés.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido al estrés laboral como una “epidemia mundial”.

Es un fenómeno creciente que preocupa al ámbito empresarial por sus consecuencias: ausentismo, menor dedicación al trabajo, baja en la productividad. La OMS también menciona el aumento de la tasa de accidentes y las demandas de empleados, la creciente cantidad de quejas de usuarios y el deterioro de la imagen institucional

Las estadísticas indican que el estrés afecta el 28% de los trabajadores europeos, convirtiéndose en el segundo problema de salud laboral después de los dolores de espalda, según datos de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud Laboral. Sólo en los Estados Unidos, el estrés laboral cuesta mas de 150.000 millones de dólares anuales, debido al ausentismo y bajo rendimiento que ocasiona.

Frente a esta situación que afecta a una gran cantidad de la población mundial, ¿qué podemos hacer? ¿qué recursos podemos desarrollar a nivel personal y organizacional?

Mindfulness: un entrenamiento para reducir el estrés

Desde hace varios años, son cada vez más las empresas que ofrcen a su personalel reconocido Programa de Reducción de Estrés basado en Mindfulness (Atención Plena), surgido hace 30 años en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts.

Mindfulness permite el desarrollo de un liderazgo auténtico y transformador

La práctica de Mindfulness es un entrenamiento sistemático de la atención que permite a las personas desarrollar recursos internos de auto-observación y auto-regulación, que brindan la posibilidad de desactivar la reacción automática del estrés crónico, a través de observar claramente las reacciones corporales y emocionales que surgen frente a un estresor.

Las personas aprenden a detenerse, hacer una pausa y responder de manera más adaptativa, desactivando la cadena reactiva que se genera en el estrés crónico. Esto implica entrenar la mente para estar plenamente atento en el momento presente, justamente lo contrario a lo que sucede en la reacción crónica del estrés.

El entrenamiento desarrolla un alto nivel de conciencia, y le permite a la persona enfocar la realidad del momento presente aceptándola, lo que implica salir del “piloto automático”, y vivir plenamente el presente tal cual se manifiesta, para poder, desde allí, dar las respuestas y hacer los cambios necesarios de manera más conciente y eficaz.

El entrenamiento en Mindfulness permite:

  • Aumentar la capacidad de manejar situaciones estresantes.
  • Mayor claridad en la toma de decisiones.
  • Mayor creatividad en la resolución de conflictos.
  • Mantener el equilibrio y el foco mental sostenido en ambientes desafiantes.
  • Reducir intencionalmente las reacciones de estrés, haciendo elecciones concientes en respuesta a los desafíos laborales.
  • Involucrarse en grupos de trabajo a través de un liderazgo auténtico y genuino.
  • Crear y sostener hábitos de trabajo saludables.
  • Acceder a un mayor nivel de calma y estabilidad.

Un liderazgo atento: Mindful Leadership

La práctica de Mindfulness es también un gran aporte como herramienta de liderazgo transformador. Los líderes hoy en día se encuentran frente al desafío de liderar en entornos altamente complejos, en continuo cambio, muchas veces al frente de equipos e instituciones distribuidos por el mundo, con un crisol de personalidades y culturas. Un gran líder en estos tiempos debe no solo estar capacitado para afrontar su propio estrés y las demandas de su difícil posición, sino que requiere además estar despierto, atento y sintonizado consigo mismo para poder entonces "resonar" con los demás y con el mundo que lo rodea. Es justamente por esta razón que muchas corporaciones han comenzado a brindar a sus ejecutivos y profesionales de alto rango programas de entrenamiento en Mindfulness, como una herramienta fundamental para mejorar el liderazgo en sus empresas. Son muchos los centros que hoy ofrecen Programas de Liderazgo Auténtico y Mindful Leadership. Muchos de estos entrenamientos  se han brindado en corporaciones como Laboratorios Abbott, la Cruz Roja Americana, BASF, Cargill, entres muchas otras.


Algunos ejercicios para la integración de Mindfulness el trabajo

  • Mientras esta viajando a su trabajo (en su auto o medio de transporte público) preste atención a su respiración, conectando con la sensaciones del cuerpo, la postura, las tensiones e intente estar presente allí.
  • Tome conciencia del momento en el que llega a su lugar de trabajo, observando como se encuentra en ese día, y que un nuevo día de trabajo se inicia con conciencia.
  • Sentado en su escritorio tome conciencia del cuerpo, la postura y relaje las tensiones innecesarias que registra al prestar atención.
  • Algunos días a la semana, intente cambiar el lugar de almuerzo habitual y almuerce solo y en silencio, atento a las sensaciones, a la comida. Es decir, registrando la experiencia, haciéndolo lento y tener plenamente presente lo que está haciendo. Utilice este tiempo para estar consigo mismo.
  • Tómese unos tres minutos cada hora, para parar, detenerse y observarse. Dándose cuenta de su experiencia en el momento presente, registrando su respiración y las sensaciones del cuerpo. Continúe haciendo su tarea con atención plena.
  • Al terminar su día laboral, y en el camino de regreso a su casa, trate de hacer una transición consciente, notando que ya finalizó su tarea en ese día, y poder disponerse para estar plenamente presente al llegar a su casa. 
  • Viva cada momento como es, no como le gustaría que fuera, conectándose con la realidad para poder tener mayor información. Eso servirá para adaptarse mejor a lo que está ocurriendo.