De manera constante, nuestro sistema nervioso central está generando nuevas redes neuronales, incrementando el volumen de su “materia gris” o tejido inteligente, e inclusive, recuperando una porción de tejido dañado, gracias a las células madres producidas por la médula roja de nuestros huesos. Cada uno de nosotros, mediante nuestras prácticas, podemos facilitar este vital proceso. el investigador Richard Davidson, ha observado por ejemplo, cómo el estado cognitivo-emocional de la compasión está asociado a un espectacular aumento de la actividad eléctrica gama del gyrus frontal intermedio izquierdo, un área del cerebro que la investigación previa de Davidson había determinado como uno de los asientos de las emociones positivas.